"Después de una mañana de gestiones en dependencias policiales ya podemos afirmar, sin ningún género de duda, que las compañeras detenidas son 4, y que, al contrario de lo que se pensaba en un principio no hay ninguna menor entre las detenidas (aunque las edades oscilan entre los 18 y 22 años). Según parece, se les acusa presuntamente de haber volcado un contenedor de basura, y se les imputan los cargos de Daños y Desordenes Públicos. Durante la detención al menos una de las compañeras fue brutalmente golpeada por la policía, y hubo intentos de vejarla y humillarla en repetidas ocasiones, dirigiéndole gravísimos insultos. Sin embargo, y a pesar de lo relatado, para tranquilidad de todos, ahora mismo se encuentran bien y anímicamente, a pesar de sus duras circunstancias, muy enteras. Por desgracia, todo nos hace sospechar que, como medida de “escarmiento” y presión psicológica piensan agotar las 72 horas de detención antes de pasarlas a disposición judicial. Esperamos equivocarnos y que las suelten cuanto antes. Actualmente están en la llamada “Súper comisaría” de Las Palmas (c/ Luis Doreste Silva, nº 68) y están recibiendo la mejor asistencia jurídica posible que ha podido proporcionárseles (la dedicación y el compromiso de quienes las asisten es reconfortante).
Es necesario que todas y todos tengamos una cosa clara: han cogido a estas 4 compañeras como chivo expiatorio. Quieren darnos a la opinión pública, a la gente que empieza a asumir una actitud contestataria, un latigazo en las espaldas de las 4 detenidas. Es la táctica del miedo. Pretenden “escarmentarnos”, que tengamos pánico de salir a la calle bajo sospecha de que pueda montarse (como en este caso) un proceso en nuestra contra por el simple hecho de manifestarse. Y para ello hace falta fabricar un cabeza de turco: este es el papel que juegan nuestras 4 compañeras en esta historia.
Pretenden que seamos una masa conformista y silente, y para ello es necesario que alguien sirva de “ejemplo” y “pague los platos rotos”. No es casual que cuantos más recortes y atropellos gubernamentales sufrimos, más endurezcan las leyes y más expeditivas se vuelvan las actuaciones policiales. Cuantos más motivos nos dan para salir a la calle, más represión tienen que ejercer para evitar que lo hagamos.
Por ello, es ahora el momento, más que nunca, de demostrarles que su estratégica maquinaria de terror no funciona con nosotros, que estamos dispuestas a plantar batalla y a mostrar públicamente nuestro apoyo y solidaridad con las 4 represaliadas y sus familias. Es hora de que todos estemos preparados para salir a la calle (ya sea para exigir su libertad, ya sea para recibirlas cuando salgan) y de que todas hagamos propio el sufrimiento ajeno. La oleada represiva es tal que mañana podría tocarnos a cualquiera.
Ante el silencio y la represión es la hora de gritar, en nombre de las 4 compañeras, más fuete que nunca: ¡LIBERTAD!"
Fuente: Anarquistas Gran Canaria
