domingo, 11 de marzo de 2012

¡FASCISTAS TERRORISTAS!

Definición de terrorismo: uso sistemático del terror para coaccionar a sociedades, personas, colectivos o gobiernos. El gobierno de la derecha, caído como plaga de langosta sobre nuestro país, ha aprobado al mes y medio de su llegada al poder, un conjunto de normas, leyes y decretazos a los que se pretenden llamar “reforma laboral”, cuando es el mayor atentando a los derechos y garantías colectivas de la clase más numerosa del Estado. Se apoya, demagógicamente, en que las medidas adoptadas son para atajar el drama del desempleo – los cinco millones de desempleados y sus derechos les importan tanto como los de los veinticinco millones de ciudadanos que aún lo tienen, es decir, nada- cuando en realidad no se trata sino de un monumental “ajuste de cuentas” de los elementos mas reaccionarios del Estado: el capitalismo neoliberal, la gran Banca, el empresariado evasor masivo de impuestos y la curia irredenta contra su gran enemigo de clase: la clase trabajadora. La han definido ellos mismos: “extremadamente, extremadamente agresiva” y como tal debe tomarse. Como un ataque letal, terrorismo institucional sin careta, contra el progreso de la sociedad, con conquistas seculares y que ahora, el fascismo, disfrazado de mayoría y legalidad democrática, confunden con su propia esencia, sangrienta y depredadora. No hay que andarse por las ramas. Es una actitud de pura revancha, que va a la esencia medular de la clase que le puede obstaculizar su afán de rapiña y dominio totalitario del poder. Rajoy, De Guindos, Montoro, Báñez… son unos lacayos de los mercados y las sotanas, que llevaban años afilándose los colmillos para perpetrar el golpe. Todos son recortes en lo social, pero ocultan que las partidas de Defensa han crecido como consecuencia de préstamos contraídos en la compra de armamento, tanques y fragatas, que la Iglesia sigue sin pagar un euro de impuestos, por ejemplo del IBI, cuando son ya cientos las recomendaciones de la UE en favor de que lo haga o como no se ha tomado una sola medida para evitar el descomunal fraude fiscal de 80.000 millones de euros al año, del que la confederación empresarial –que no puede contener la risa- es la principal responsable y evasora. No es casualidad que a los seis meses de cesar, el anterior presidente de la CEOE sea procesado en firme por este delito y se pidan para él tres años de cárcel. Los matarifes tienen nombres, se diferencian de otros terroristas en que no usan capucha. Pero causan infinito más daño, mas dolor, a mas gente y mas perdurable. El podio de estos políticos del arrasamiento, la capa de los obispos o la toga mentirosa de los jueces, vuelven a estar donde solían. Frente a ellos sólo cabe oponer un arma indestructible: nuestra voluntad como pueblo y como clase. ¡No pasarán!


Extraído de: ¿Por qué le llaman reforma cuando querían decir terorrismo? 

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